El Grafeno
El carbono es uno de
los elementos químicos más importantes en la naturaleza.
A partir del carbono se consigue
el grafeno. Este material surge cuando pequeñísimas partículas de carbono se
agrupan de forma muy densa en láminas de dos dimensiones muy finas (tienen
el tamaño de un átomo), y en celdas hexagonales. Para que te hagas una idea, su
estructura es similar a la que resulta de dibujar un panal de abejas en un
folio. ¿Por qué en un folio? Porque es una superficie plana, de dos
dimensiones, como el grafeno.
El grafeno se obtiene a partir de una sustancia abundante en la
naturaleza, el grafito. Ésta, forma parte de nuestra vida cotidiana, ya que se
emplea para fabricar muy variados objetos, desde la mina de los lápices hasta
algunos ladrillos.
Propiedades:
Dureza: Su dureza se estima en aproximadamente unas 200 veces
la del acero, casi similar a la del diamante.
Elasticidad: Al igual que pasa con la dureza, el grafeno presenta
una elevada elasticidad. Esto hace que se pueda aplicar en muy diferentes
superficies, de las cuales aumentará también la durabilidad, ya que al ser
elástico tendrá menos posibilidades de quebrarse.
Flexibilidad: Al tener una elevada elasticidad puede moldearse de
diversas maneras, lo que aumenta enormemente los campos en los que se puede
utilizar.
Conduce muy bien
el calor: La
conductividad térmica es una propiedad física que mide la capacidad de un
cuerpo de conducir el calor, es decir, de permitir el paso del calor a través
de él.
Transparente y
ligero: Se trata de
un material con estas características, lo que permitiría su utilización para
crear pantallas mucho más ligeras.
Soporta bien la radiación
ionizante: El
grafeno ofrece una gran resistencia a ser modificado por este tipo de
radiación, por lo que se puede aplicar en ámbitos como el sanitario, en el que
se utilizan aparatos que emiten radiaciones ionizantes.
Utilidad:
Para poder hacernos
una idea de en cuántos campos distintos puede aplicarse el grafeno, es
necesario echar un vistazo a nuestro alrededor y ver todo lo que nos rodea. Ordenadores, coches, teléfonos móviles y equipos de música son,
por mencionar sólo algunos de ellos, cosas que encontramos frecuentemente en nuestra vida
cotidiana en las que el grafeno se podría llegar a aplicar.
El grafeno puede servir como
material en la fabricación de aviones, satélites espaciales o automóviles,
haciéndolos más seguros. También en la construcción de edificios, pues los
convertiría en más resistentes.
Pero, sobre todo, destacan sus aplicaciones en el campo de la
electrónica, donde a través de su capacidad para almacenar energía puede dotar a las baterías de una
mayor duración y un menor tiempo de carga.
Comercialización:
Actualmente, se comercializa el grafeno bajo dos formas: En lámina y en polvo. ¿En qué se diferencian?
• Grafeno en lámina: es de alta calidad y se emplea en campos como la electrónica, la informática o incluso la aeronáutica, donde se requiere un material muy resistente. Su producción es actualmente muy costosa.
• Grafeno en polvo: se usa en aquellos ámbitos que no requieren de un material de alta calidad. Su proceso de obtención es más barato y permite una mayor producción del producto, pero renunciando a parte de sus propiedades.